martes, 30 de julio de 2013

¿Drogas y mujeres?


            ¡Hemos vuelto! Que nadie piense que nos habíamos ido a ningún sitio. Ya sabemos que tenemos mensajes por responder y lo haremos en los próximos días pero hemos estado tomando aire para sorprenderos con temas nuevos y algunas cosillas más. De momento y de primer plato os dejamos aquí el artículo que publicó el pasado día 25 de julio El Diario Montañés sobre el Centro ¡y sobre nuestro blog! Pincha en el enlace para poder leerlo.
De segundo plato hoy hemos tratado un tema que se deriva de la cantidad de mujeres que últimamente ingresan en el Centro. Desde que en Pedrosa se tratan las adicciones (23 años de nada) nunca antes habíamos tenido tantas mujeres ingresadas (casi la mitad del total) y hemos querido aprovechar para hablar sobre ello.


         Todas de acuerdo en que la relación de los hombres y de las mujeres con las drogas es diferente en muchos aspectos. “Tiene que ver con algo de las hormonas, lo vi en un documental que un médico hablaba sobre ello”. “Por eso somos más viciosas que ellos, aunque son ellos los que nos han metido en este mundo”.


         No en todos los casos, pero sí parece que la mayoría probaron las drogas porque un hombre o su pareja se las ofreció (quizá con alguna intención oculta, casi siempre relacionada con el sexo). “Además es curioso porque muy pocas veces una mujer ofrece droga a otra”.


         Esa relación con las drogas diferente entre hombres y mujeres parece que tiene que ver mucho con lo que socialmente estaba establecido hace años y aún parece estar vigente. El hombre es un consumidor más social, “porque sigue estando peor visto que una mujer se emborrache en un bar”, aunque ahora las chicas y chicos jóvenes comparten mesa y borracheras en los bares.


         ¿Y a la hora de rehabilitarse? ¿Hay diferencias? Parece que sí. “Somos más fuertes, más seguras y ponemos más ganas que ellos”. “Quizá porque social y familiarmente estamos más presionadas”. Por desgracia no es lo mismo que un padre sea adicto y recaiga a que sea una madre. Tener unos hijos que dependen de ti es más motivador pero también socialmente más exigente, “la gente que te rodea está más pendiente de ti”.


         ¿Y por qué ahora tantas mujeres? ¿Hay más adictas? “No, lo que pasa es que ahora la mujer ha vencido sus miedos y la vergüenza a reconocer que tiene un problema”.


         Por último, ¿es peor la convivencia entre mujeres que entre hombres? Aunque las chicas nos reconocemos como más envidiosas que ellos, el problema no es que seamos peores sino que los problemas que tenemos entre nosotras los tratamos de forma directa, los chicos no profundizan en sus conflictos o lo tratan de manera superficial o hablando con terceras personas.


         Palabra de mujeres. Hasta la próxima.

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