viernes, 23 de agosto de 2013

Entrevista a un Alcohólico

Entrevista a un Alcohólico

-¿A que edad comenzaste a beber?
-Que yo recuerde fue alrededor de los catorce años, cuando mis amigos y yo empezábamos a escoger un oficio para el futuro, empezando a trabajar de aprendices en un taller; por aquel entonces se podía escoger.
Empezamos a ganar por aquella época, un pequeño sueldo y ya nos podíamos permitirnos el lujo de tomar un aperitivo los fines de semana, que podía ser vino blanco o vermouth con unos caracolillos o rabas; esto comenzaba a ser una costumbre, un habito social entre amigos; así comenzó la carrera hacia el alcoholismo.

-¿Cuándo llego a ser un problema?
-El problema ya estaba latente, no se si por herencia genética, o la malformación que yo hice de ella. Yo no creía que fuese un problema, todos mis amigos lo hacían y los oficiales también, era normal y no estaba mal visto.
Cuando realmente fue problema es cuando me levantaba por las mañanas con resaca, pero volvía a beber y se me pasaba aunque tenia mal cuerpo durante todo el día por la tarde seguía tomando algo y me iba encontrando mejor; empecé a creer en la dependencia y eso si que era un problema; hay estaba, no era latente era una realidad.

-¿No pudo ayudarte nadie?
-No, mucha gente lo intento pero no pudieron mas que darme consejos; entre ellos mi madre que me aviso de lo que me pasaría - si seguía bebiendo-, en un futuro próximo pues de eso, ella entendía pues lo había visto en casa y no nesitaba mas; en mi casa ni en la calle, no había otra clase de ayuda ni recursos.

-¿Intentaste dejarlo?
 -Si, pero me resulto imposible, lo deje varias veces –en días contados cada vez- y volvía con mas ganas, refugiándome y escudándome en disculpas –como no puedo, la semana que viene empiezo, tengo tiempo-, después me autocomvencia de que el fracaso era normal; que yo podía aguantar durante mucho tiempo ese ritmo sin pasarme nada y dejaba de intentarlo; que si los demás bebían y no se convertían en alcohólicos, por que yo lo iba a ser yo, esa era mi lógica aplicada, muy pero que muy interesada.

-¿Qué sucedió para que al final decidieras buscar ayuda?
-Me encontraba muy mal, desmejorado, desmoralizados con depresiones; empezaba a costarme levantarme para empezar los quehaceres diarios, las relaciones sociales eran imposible, estaba descuidando a la familia; ya no era el operario superactivo por lo que me contrataban las empresas, incluso años mas tarde descuide la mía hasta cerrarla. Al final mi mujer y mi familia me convencieron de que no podía seguir así, me había convertido en una persona irascible, intratable, imposible, un misántropo: en fin nada recomendable para la sociedad.
Convencido accedí a ingresar en un centro para probar, dure un mes y no conseguí nada mas que dejar de beber ese mes y otro mas.
  
-¿Qué sucede cuando estas en terapia por primera vez?
-Te sientes avergonzado, aislado como si solo tú serias el malo; después comprendes que los demás  están aquí por algo y eso aunque no te exonera, te conforta, te sientes aliviado, uno mas de la manada.
Aguante en ese lugar hasta que me asfixio, de tal manera que pedí el alta voluntaria; no había superado la presión a la que había estado sometido durante mas de un mes largo; nunca me integre y eso me excluyo del grupo y la terapia. Tampoco tenia muy claro que esa terapia me ayudaría a dejar el consumo y nunca me aclararon por que.

-¿Por qué?
No sabría que responder, el trabajo, el alterne, las cenas en parejas, con los amigos, en definitiva le hecho la culpa al empedrado de haberme caído, por que no se la respuesta; pero recaí “y de que manera”.

¿Es muy fácil recaer?
-Facilísimo, todo es empezar y va rodado, sin quererlo y el bicho te pide alimento; el alcohólico que llevas dentro sale a la superficie y aunque no lo reconoces puede con tu fuerza de voluntad, mal que te pese te tiene atrapado subyugado y prisionero.

-¿Lo peor a la hora de dejarlo?
-La impotencia de pensar que es imposible; siempre luchando con las tentaciones, hábitos, lugares y costumbres que te cuesta dejar, esos círculos de amistades en los que te movías, en olvidarte de ellos, en vivir aislado, filtrando y mintiendo de todo a todos.

-¿Y en que notas como te ha afectado?
-En los cambios de humor; me disparo a la primera de cambio, no aguanto nada ni a nadie, todo me sienta mal y me preocupa; no atiendo a mis obligaciones, hago daño a los que me quieren con mis desplantes, exabruptos y mis salidas de tono, cuando no les obsequio con mis silencios y aislamiento.
Me he creado, para no tener problemas ni dar explicaciones, una manera de ser  ficticia, que se basa en hacer y decir lo que los demás quieren que haga o diga” lo políticamente correcto”, con la ley del mínimo esfuerzo: la monotonía en grado sumo.

-¡Que duro!
-Si que es duro, sino lo pasaría tan mal – ¡si seria muy fácil!-, si no sufriría, volvería a recaer mil veces; por ello busco ayuda de todo lo que me aparte del consumo: en el centro, en mi pareja, en mi familial en mis escasos amigos, en el trabajo y mis obligaciones, en tener el tiempo ocupado para no pensar ni caer en mi adicción.

-¿Fue difícil reconocer que eras alcohólico?
-Al principio si, yo me consideraba bebedor social; con el tiempo y los fallidos intentos de dejarlo, me definió en lo que lo era –alcohólico- y convenciéndome a mi mismo, me dije que podía vivir con ello como con otras enfermedades crónicas que padezco, asimile que era una mas de ellas hasta que vi. que era esta la que provocaba las crisis de las otras, eso si que fue traumático, si dejaba de beber se agravaban.
  
-Imagino que la ayuda de amigos y familia es esencial.
-No, la verdad es que aunque cueste reconocerlo no ayudan mucho, los amigos te evitan,  los pierdes, te apartas de ellos porque no puedes seguir su ritmo, no estas a su altura, no alternas como ellos.
La familia esta hay, pero no vive en tu casa contigo, no esta cuando sales a la calle, vas al trabajo; ya lo tienen asumido, pasan de ti y de tu problema que no es el suyo.
Se pueden contar con los dedos de la mano los que verdaderamente se interesan por ti, por tu problema y te ayudan; son pocos pero buenos, los demás no importan.
Que todos, familiares y amigos se miren en mí como en un espejo, que les puede pasar a ellos lo mismo que a mí, que de bebedores sociales pasen a ser alcohólicos sin remedio, aunque no lo reconozcan o lo vean como imposible “a mi no me pasara eso”.
-Si alguien conoce a un alcohólico ¿Cómo le puede ayudar?
-No, no se  puede ayudar a un presunto alcohólico, pues no lo reconocerá ante nosotros ni ante nadie; si le intentamos convencer nos evitara y perderemos su relación; aunque sembraremos dudas que ira repasando, para con el tiempo auto convencerse de que lo es, se convertirá en receptivo y entonces nos pedirá información de donde acudimos nosotros y de que pasos dar; entonces si que ya le podemos ayuda, y lo haremos.
  
-Y vemos que es posible.
-No soy quien para opinar de ello, de si es posible o no, no puedo sentar cátedra si no he aprobado; esta enfermedad es a todas vistas“incurable” crónica y yo he vulnerado varias veces mis fases de abstinencia; particularmente y entre comillas yo lo veo imposible, igual al que aconseje lo consiga.                                                                    Se que suena mal, pero tantas recaídas me hacen ser critico conmigo mismo y con los demás –la sociedad al completo-, que te discriminan, no te comprenden pero te juzgan, para ellos es muy fácil aun a sabiendas que entre ellos hay millones de candidatos a ser como yo “a rellenar esta entrevista”.

-Esta es mi reflexión de todo lo contestado:
Seguiré con la terapia “de momento”, todavía no estoy totalmente curado; de la anterior terapia con la que he empalmado esta, he aprendido varias cosas, entre ellas: ser impasible, escéptico, egoísta, a odiar y ser rencoroso para todos y con todos desde el escepticismo que conlleva el no estar convencido, a vivir escondido pasando desapercibido, empeñándome en mimetizarme con el sistema, con el disfraz de”divino de la muerte” puesto y con la pregunta del millón ¿de verdad será posible dejar el alcohol para siempre….?                                                                                     FIN
¿Continuara…..?
                                                                                            Esta entrevista se realizo, estando presentes las tres partes, yo mismo,  conmigo mismo y  bajo la supervisión y dirección de Toñi.                                                                       
En Pedrosa a: Uno de Agosto de 2013, por y para más gloria e inri de un egocéntrico convencido.                                                                                                        Bravo




miércoles, 21 de agosto de 2013

Cómo mejorar el clima en una convivencia

   Bueno, ante todo nos hemos puesto al día en los comentarios que teníamos pendientes de contestar desde hace tiempo, así que si nos escribiste algo seguro que te hemos respondido. Muchas gracias por leernos y seguir con nosotros. Para nosotros es superimportante.

   Por otro lado hemos estado hablando sobre esta imagen que, sin estar dirigida especialmente a nadie nos es muy gráfica en nuestro caso particular.

  
   Y para terminar y que veáis que hemos trabajado mucho hemos repasado las cosas que se pueden hacer en Pedrosa cuando el clima del grupo no es todo lo bueno que debería ser y así evitar tensiones, conflictos y discusiones innecesarias:

1. Preocuparse cada uno de su terapia y no de la de los demás. Hemos venido a reflexionar sobre nuestras vidas y nuestros problemas y no sobre los de los demás. Podemos ayudarles escuchándoles pero no somos nadie para meternos en su vida. Tampoco somos más que nadie por estar en una Fase superior, o por tener privilegios, o por salir mas horas que otro. Todos tenemos el mismo problema y los mismos objetivos, que nadie piense que es mejor o peor que el que tiene al lado, solo distintos pero ni mejores ni peores.

2. Evitar conversaciones relacionadas con el consumo y las drogas. Al final se forman círculos muy dañinos para todos. Los que hablan y los que escuchan. Si es algo que tenemos que olvidar lo primero que tenemos que hacer es no hablar sobre ello con el objeto de recrearnos.

3. Si tienes un problema con una persona háblalo con ella directamente y no con nadie más. Si no te ves capaz usa la reunión de convivencia y si no háblalo junto con un profesional. Siempre con respeto y con ánimo de resolver el problema.

4. No te metas en asuntos que no van contigo. No alimentes el conflicto con comentarios sueltos, rumores o "echando más leña al fuego". Apaga "radio-patio" y consulta solo fuentes oficiales.

5. Ve a los demás como una ayuda y no como un rival. No puedes vivir en tu mundo ni desligarte del grupo, las soluciones las tenemos que aportar entre todos. Juntos somos más fuertes por separado restamos en lugar de sumar.

6. Lo que enseñes a un ingreso lo enseñará el día de mañana como padrino. Si nos ocupamos de que la gente nueva aprenda bien las normas es más fácil que el día de mañana las cumplan, entiendan y enseñen correctamente. "El que siembra vientos, recoge tempestades".

7. Cumplir las normas y hacer bien las responsabilidades. Ayudando al que necesite ayuda y explicándole el por qué de las normas para que no solo las cumpla si no que las entienda y las defienda como necesarias.

miércoles, 7 de agosto de 2013

El Proceso de la Recaída

      Hemos estado haciendo una dinámica educativa hablando sobre los antecedentes del consumo y las recaídas. El resultado es esta pizarra llena de ideas:

 

      Para los que no entendáis la letra:
- Tomo medicación de más o dejo de tomarla.
- Pienso en consumir continuamente y que me va a aliviar.
- Siento como que me falta “algo” que mi vida no es plena.
- Tengo una actitud negativa hacia todo (incluida la abstinencia), discuto sin motivo, me dan ataques de ira.
- No encuentro mi sitio. Sentimientos de tristeza, apatía, depresión.
- Cambio mi rutina, desorden en la alimentación y en los horarios.
- Dejo de tomarme en serio mis responsabilidades. Descuido mi trabajo.
- Me encierro en mí mismo. Nerviosismo.
- Cambios bruscos de humor. Euforia repentina.
- Aparece el autoengaño, pienso que voy a controlar con el consumo, busco excusas para consumir, “mañana lo dejo”…
- Piensas en cambiar una droga por otra (alcohol, medicación, cocaína).
- Comienzo a frecuentar lugares y amistades relacionadas con el consumo.
- Miento más.
- No sé qué hacer, el aburrimiento me puede o tengo episodios de hiperactividad (intento hacerlo todo a la vez).
- Fumo más.

Lo dejamos aquí por si le sirve a alguien o para nosotros mismos en un futuro, para que estemos alerta.