martes, 29 de enero de 2019

Concurso de Relatos Cortos




A continuación os dejamos algunos de los relatos participantes en el concurso de relatos cortos Isla Pedrosa, que a pesar de no estar seleccionados entre los 3 primeros, no dejan de ser interesantes y originales historias de nuestros intrépidos y literatos náufragos.




Cantabria...


Era por esta región
Montañas ríos y valles
Y el cielo se hizo color
Entre el verde y el azul
Estaba el gris y el viento
Me contó un cuento
Al acordarme de ti.
Cantabria de mis mayores
Cantabria de mis dolores
Las mozucas de mi tierra
Sin jardín de guapas flores
Verde la hierva a mi paso
Verde las hojas del árbol
Azul el cielo y el mar
Gris oscuro la ciudad
Gris recordar el pasado.
Arte en la piedra tallado
Las mozucas de mi tierra
Son y colorín colorado
El sol y la mar tenían
Amores de madrugada
Por cada beso de luz
Un rizo de espuma blanca
Julio.





Mi  sueño…

Mi sueño se ha ido transformando del individualismo a lo social.
Gracias a todos  los males que me…  se suponen males…
La mala suerte de mis padres que fue la misma que la mía hasta que dependí de mi mismo nadie me enseño el camino.

A los 15 años me desahuciaron y pasé casi 10 meses en la calle. Luego muchas etapas malviviendo hasta que entré en prisión con 20 años. Sigo cumpliendo con 26.
Todas esas vivencias que consideré malas, han hecho de mí quien soy, y no me cambio por nadie.
Mi sueño es comprar un caserío en Laredo para montar un albergue que sea la casa de todos, un albergue para peregrinos del Camino de Santiago para poder conseguir dinero.
Mi sueño es poder cuidar a todas las personas que quiero y quiero empezar en cuanto pueda.
                                                                                                                                                                           Fernando.


Yo quería…


Yo quería haber sido hijo de un jeque Árabe para tener un chalet con piscina, un yate y de mayor un aren tan grande o más que el de mi padre y a cada esposa le pondría una diadema con brillantes, rubíes, esmeraldas zafiros y yo un roles de oro macizo con diamantes. Y como no ha sido así, a ver si ahorro y me compro una bicicleta y un patinete rojo.

                                                                                    Carlos.




Voy a relatar … 

Voy a relatar lo que me paso cuidando a una niña con autismo. 

Resulta que la he estado cuidando durante diez días y han sido muy apasionantes. La he cuidado tanto que la he echado mucho en falta tanto por el cariño como por los gritos de alegría que daba cuando escuchaba música que para eso es lo que más le gusta. Y a todo esto, la comida le encanta, y las manzanas y los caramelos, las piruletas y los chupa chuses, que a todo esto, tienen el nombre de Pepe - Pepe. 

Bueno, con todo esto que os estoy relatando, que es una historia muy bonita, que he aprendido en esta vida que cada vez lo ponemos más complicada sin que merezca la pena para nada. 

En resumen: Vive la vida, disfruta y se feliz sin hacer nada malo a nadie. 

                                                                                Carlos A.

De pequeña….

De pequeña siempre soñé con tener una bonita casa y una buena familia, y con un poco de suerte y casi sin esfuerzo conseguí  tenerlo todo y vivir cómodamente.
Era una persona alegre… contagiaba a los demás con mi alegría y entusiasmo, también era muy optimista.
Una noche con mi pareja y un grupo de personas probé la cocaína y la verdad es que me lo pasé genial. Me pareció que podía usarla cuando saliera de fiesta, que me hacia ser una persona todavía si cabe más sociable y divertida.
Pero pasaba el tiempo y cada vez necesitaba consumir más para conseguir el efecto inicial que nunca llegó.
Me encerré en mi misma y casi a penas me relacionaba con la gente.
Pasaron muchos años hasta que logre dejar el consumo, pero a la vez fui dejando muchos cadáveres por el camino… perdí a mi marido, mi hermano dejó de hablarme, me separaron de mi hija, etc.
Hoy en día vivo el infierno del alcohol, y aunque estoy en proceso de rehabilitación, me resulta muy difícil dejar el consumo.
Es una droga que está bien vista socialmente y a nadie sorprende ver a alguien tomándose unas copas.
Mi gran sueño sería volver a recuperar las ganas de luchar que siempre tuve, las ansias de superación que siempre me propuse y recuperar parte de mi misma.
Es una lucha diaria y para toda la vida, pero creo que con la ayuda necesaria y mis ganas de luchar conseguiré ganar esta batalla.
                                                                                       Leyre.



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