Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Después de las fiestas navideñas y coger unos kilitos hemos vuelto a reanudar nuestros paseos. Momentos de compartir camino y charla, salir de la rutina del Centro y contemplar lo que nos rodea. Paisajes que hemos atravesado miles de veces pero que, inmersos en las prisas del día a día, miramos, pero no vemos. Ahora observamos y contemplamos para transformarlos en recuerdos y para que nos recuerden que, aveces, muchas veces, lo más bonito no es lo más complicado, la belleza nos rodea y es sencilla. Solo hay que pararse a contemplarla. Calzarse un buen par de ojos y caminar.
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Nuestra Isla vista desde las marismas blancas de Astillero |
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Merendamos refugiados en un observatorio de aves
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Las marismas blancas y al fondo Astillero |
Tras un paseo largo de unos 8 kilómetros desde nuestra isla por las marismas blancas de Astillero, organizamos nuestra próxima salida al alto de Elechas.
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13 kilómetros y unas tres horas ruta |
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Ya en Elechas subiendo a la parte alta de nuestro paseo |
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La Ria de Cubas, con el puente de Pedreña al fondo, vistas desde el alto de Elechas |
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Mirando al horizonte |