Tras una intensa investigación sobre la imagen tomada hace un mes, un lunes por la noche más concretamente, en uno de los pasillos de las habitaciones y después de eliminar el ruido de la imagen y ajustar el brillo y el contraste hemos dado con el fantasma: Joaquín, un compañero del Centro que estaba cambiando las sábanas de su cama como se suele hacer todos los lunes. Aquí tenemos la imagen que lo prueba.
Joaquín "cambiando" sus sábanas de la cama |
Pero este hecho no nos ha frenado en nuestro proyecto de sacar a la luz a los auténticos fantasmas de la Isla. Hemos revisitado algunos de los lugares de los que teníamos fotografías antiguas y hemos descubierto nuestro primer fantasma, al menos uno de nuestros miedos: el paso del tiempo y el deterioro que produce (más si no te cuidas como deberías, como es el caso de algunos de los edificios de Pedrosa).
Hemos aprovechado para repasar nuestros miedos, que estos sí que son auténticos fantasmas y no fotografías mal enfocadas. Para ello hemos hecho el siguiente ejercicio.
El miedo a recaer, a dormirnos y no despertarnos, a la soledad, a las agresiones (y los agresores), a padecer alguna enfermedad grave, a sentirnos incapaces, a las depresiones, etc. Esos si que son auténticos fantasmas que alimentan nuestras pesadillas cuando dormimos y aún cuando estamos despiertos.